
Ya se acaba el 2021 y con él un largo año en el que venimos arrastrando objetivos del año anterior, cambios radicales en nuestras prioridades o quizás esperanzas de cambio para el año siguiente. Sea como sea, el inicio de este nuevo año está cargado de expectativas, con el advenimiento del fin de la pandemia y una progresiva reactivación económica en el macroentorno. Nadie puede negar que nuestra motivación con relación al año que viene está en lo más alto. Y junto con esta motivación vienen los deseos de crecimiento personal y, claro está, el deseo de mantener nuestra salud mental en las más óptimas condiciones. Pero ¿cómo podemos sintetizar todos estos anhelos y proyectarlos en nuestras futuras actividades? Pues con una lista.

Hacer listas es una estrategia muy efectiva al momento de querer organizarse. Sean listas de mercados o listas de pendientes, el hecho de tener una serie de actividades numeradas en orden de prioridad nos ayuda a tener visualmente un marcador de nuestro progreso. ¿Por qué no aplicar lo mismo con relación a nuestros objetivos personales? Desarrollar una lista de metas y mantenerlas visibles te ayudará a mantenerte pendiente de como vas avanzando en aquellos objetivos que te has propuesto lograr este año que se viene. Pero claro, si todo fuera tan sencillo como hacer una lista hace tiempo que ya habíamos logrado perder esos 10 kilos que planeamos perder hace 2 años.
¿Cómo plantearse metas y no morir en el intento?
La clave del éxito está en desarrollar una lista a consciencia de lo que se quiere lograr. ¿Quieres bajar 10 kilos? ¿Por qué? ¿Cómo te va a beneficiar? ¿Por qué crees que te va a beneficiar de determinada forma? ¿Qué influencia tienen los demás en esta meta? ¿Lo estas haciendo por ti? ¿Solo quieres perder 10 kilos? ¿Hay alguna fecha predeterminada para ello?Plantearte esta serie de preguntas te ayudará a tener claro el verdadero motivo por el cual te has planteado este objetivo.<