¿Alguna vez has sentido que se ha filtrado un pensamiento inútil en tu cabeza? Como si se te pegara el estribillo de una canción o el jingle de un comercial. Lo peor de todo es el hecho de que no puedes dejar de darle vueltas, por más que sabes que es contraproducente y puede generarte molestias a lo largo del día. Estos pensamientos intrusivos pueden llegar a causarnos mucho malestar, sobre todo cuando partimos del hecho de que quizás somos las únicas personas con ello en mente y, precisamente porque son intrusivos, resulta incómodo exteriorizar en tanto se fundamentan en la base de ideas socialmente cuestionables. No es algo que sea propio tuyo, es simplemente un infiltrado en tu mente del que se te hace muy difícil deshacerse.
Para decirlo de manera más clara, los pensamientos intrusivos son el spam de tu cerebro.
Pero, de la misma forma en la que el spam no representa nada relevante en tu bandeja de entrada, los pensamientos intrusivos no representan nada relevante que sea propio de ti. Recuerda: tu no eres tus pensamientos y pensar no es lo mismo que hacer. Los pensamientos no son hechos, son simplemente ideas que revolotean por tu cabeza. Tener pensamientos raros no dice nada de quien eres tú como persona, ni mucho menos define tus valores.
Ahora bien, para lidiar con estos pensamientos que aparecen repentinamente en tu cabeza te tenemos algunos consejos. En primer lugar, tratar de evitar que los pensamientos intrusivos aparezcan es totalmente contraproducente. Enfocarte en no hacer algo hace que lo quieras hacer aún más. Por poner un ejemplo, si te digo que no pienses en un elefante rosa, lo más probable es que ya lo hayas hecho en el mismo momento en el que te lo menciono. No podemos detener los pensamientos intrusivos. Ellos aparecerán cuando tengan que aparecer. Sin embargo, lo que sí podemos aprender es a responder a estos pensamientos.
¿Cómo responder a los pensamientos intrusivos?
A veces pensamos que nos sentiremos mejor cuando alcancemos a tener control sobre cualquier cosa que nos esté molestando. Pero tener la certeza de todo no es el objetivo, porque siempre surgirán nuevos y constantes “y que hubiera pasado” o “qué pasaría si”. En vez de tratar de tener control de todo, resulta más importante lidiar con lo incierto y la incomodidad que ello trae consigo. Hacer esto en vez de tratar de tener dominio y certeza de algo por completo, ayudará a que los pensamientos se vayan apaciguando.
Los pensamientos intrusivos no tienen por qué arruinar tu día. Estos pueden aparecer cuando la estas pasando bien con familiares o amigos, pero no debe ser motivo para determinar el resto del día. La idea es que dejes que el pensamiento siga su camino, que venga y se vaya tal cual vino sin que le des tanta importancia. Recuerda que los pensamientos intrusivos son completamente normales, pero si afectan tu calidad de vida y causan angustia severa y comportamientos compulsivos y/o patrones de pensamiento compulsivos, podría estar experimentando un TOC.
Si crees que es tu caso, te recomendamos visitar a un profesional de la salud mental que pueda ayudarte a lidiar con estos pensamientos y comportamientos para que puedas mejorar tu calidad de vida. En Felizmente estamos dispuestos a ayudarte de la mano de los mejores profesionales en salud mental.
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