
La depresión es un trastorno mental que afecta a miles de niños y adolescentes y, a menudo, se asocia con problemas emocionales, físicos y conductuales que pueden tener un impacto significativo en su rendimiento escolar.
Uno de los principales efectos negativos de la depresión en el rendimiento escolar es el deterioro del rendimiento académico, ya que quienes padecen este trastorno tienen dificultades para concentrarse, prestar atención y tomar decisiones, lo cual repercute en problemas de comprensión y calificaciones más bajas. Además, la falta de motivación y energía causada por la depresión contribuye a la dificultad para realizar tareas, asistir a clases y completar proyectos.
Por otro lado, los problemas emocionales que causa la depresión hacen que los estudiantes que la padecen se sientan incapaces de manejar los desafíos académicos y sociales de la escuela llevándolos a una baja autoestima, ansiedad, frustración, pérdida de interés e incluso pensamientos suicidas.
Además de ello, la depresión también afecta las relaciones entre compañeros de clase, ya que los estudiantes con depresión a menudo se sienten solos y excluidos, lo que puede llevarlos a problemas sociales y emocionales adicionales, así como tener sentimientos de culpa por su fracaso académico.
Afortunadamente, existen ciertas formas en que los estudiantes, sus familias y las instituciones educativas pueden afrontar la depresión y reducir su impacto en el rendimiento escolar:
Institución. Debe velar por el bienestar de sus alumnos. Para ello, puede crear dinámicas atractivas que protejan a los estudiantes ante la depresión.