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¿Eres responsable afectivamente?


En cualquier relación, ya sea de pareja o amical, hay sentimientos de por medio. Somos humanos después de todo. Pero, saber gestionar estos sentimientos es otra historia. Al momento de relacionarnos con alguien más tenemos que tomar en consideración una serie de factores. Por lo general nuestras relaciones se generan debido a que encontramos puntos en común con la otra persona y eso facilita mucho las cosas; sin embargo, conforme nos vamos volviendo más cercanos, empezamos a encontrar varios aspectos que nos diferencian, que son difíciles aceptar, y, más adelante, gestionar. Pero tranquilo, en esta nota te daremos algunos tips que te ayudarán a relacionarte exitosamente.


Lo primero que debes tomar en cuenta es que tienes que expresar tus emociones de manera clara y directa. Es decir, debes ir al grano. Expresa que es lo que buscas en la relación, con qué te sientes cómodo y, sobre todo, cuáles son tus límites. Si no dejas claros tus límites y qué es lo que no te gusta que te digan o hagan, la otra persona nunca se va a enterar. A muchos nos gustaría que nos lean la mente o que entiendan qué es lo que pasa por nuestra cabeza apenas nos ven. Pero ese tipo de conexión no es tan fácil de crear, y seamos honestos, exigirle a alguien ese tipo de atención no es muy justo que digamos.


En segundo lugar, no pongas en manos de la otra persona la gestión de tus propias emociones, ni viceversa. Es muy diferente decirle a alguien “Me dan celos tus nuevos amigos, ya no quiero que los vuelvas a ver porque no me agradan” a decir, “Me dan celos tus nuevos amigos, pero soy consciente que debo trabajar en este sentimiento”. Responsabilizar a la otra persona de lo que tú sientes no es la manera adecuada de solucionar tus problemas. Recuerda que tú no tienes control de su vida ni de lo que hace.


Finalmente, cuida de la otra persona sin dejarte de lado a ti mismo. Toda relación se fundamenta en el equilibrio. Está bien estar pendiente de cómo le va a tus amigos o pareja, preguntarles qué tal ha sido su día, darles algún regalo o simplemente escuchar aquello que te tienen que contar, pero no debes superponer su felicidad a la tuya. Es decir, no te obsesiones con todo lo que les pase ni ejecutes actividades que puedan repercutir negativamente en ti. Sé consciente de que tú también eres una persona que necesita afecto. Recuerda que la clave de toda buena relación se encuentra en la buena comunicación, y si quieres empezar a ser responsable afectivamente, es momento de que empieces a trabajar en ella.

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