
Todos somos mentirosos por naturaleza, o por cultura. ¿No me crees? pues te cuento que la mera forma en la que saludamos es per sé una mentira la mayor parte del tiempo. Ante el saludo "Hola, ¿qué tal?" Tendemos a responder "Bien", por más que no estemos bien. Sonará absurdo, pero es parte de una convención. Seguro estas pensando "No le vas a contar todas tus desgracias a alguien que solo te está saludando", "Ni que fueramos tan cercanos". Pues, en efecto, todos nos saludamos así, seamos cercanos o no. Entonces, esta forma de pensar que deriva en la respuesta "bien" (cuando no se está bien), es una forma de facilitar la convivencia y evitar conflictos. Lo mundialmente conocido como "mentiras piadosas".
Las personas desarrollamos la capacidad de mentir alrededor de los 5 años de edad. Los niños de 5 años comprenden que lo que ellos saben y perciben puede ser diferente de lo que perciben y saben los demás por lo que son capaces de manipular la información, mientras que los niños más pequeños creen que sus estados mentales, es decir, lo que saben y sus pensamientos son compartidos por todo el mundo por lo que el concepto de mentira no tiene cabida para ellos.
Entonces, ¿Mentir es bueno? Como te mencionaba, somos mentirosos por naturaleza y mentir para no lastimar los sentimientos de alguien en una situación determinada, se considera prudente y hasta empático. Hay que ponerse en el lugar del otro, tener noción de con quién se está hablando y el efecto que pueden tener tus palabras en determinadas circunstancias. Esto no se puede considerar como un mal accionar, sin embargo, y esto es importante precisar: No todas las mentiras son piadosas.
A parte de las mentiras piadosas, las personas mentimos para quedar bien, para evitar castigos, para cubrir más mentiras, para conseguir algo y hasta para vengarse. Por poner un ejemplo, cuando queremos quedar bien podemos mentir respecto a quienes somos y qué hacemos. Una persona se puede presentar como el gerente de una gran empresa ante un nuevo grupo de amigos debido a que su autoestima es deficitaria y cree que no sera aceptada socialmente. Un niño que ha roto un jarrón puede mentir para evitar un castigo. Incluso cuando mentimos sobre algo nos forzamos a seguir mintiendo para encubrir la mentira inicial.
¿Qué genera todo esto? En primer lugar, Ansiedad por dos cuestiones, una de ellas es que recordar las mentiras requiere mucha energía mental y otra es por el temor a que nos descubran en nuestras mentiras. En segundo lugar aislamiento. Este temor a ser descubierto hace que nuestra manera de interactuar con los demás cambie, nos aislamos y nos distanciamos de los demás, ya que a menos contacto menos probabilidad hay de que nos descubran. Por tanto con las mentiras nuestras relaciones se deterioran.
Cuando mentimos de forma sistemática, somos menos sensibles a nuestros remordimientos hasta que éstos desaparecen, pero hay otras consecuencias de carácter social que también están presentes cuando aparecen las mentiras. Sentirse ansioso y la tendencia al aislamiento son dos de los trastornos que sufre la persona que miente, pero también puede aparecer el rechazo social cuando sus mentiras son descubiertas.
Comments