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¿Qué son los generadores de estrés en una relación?



En una relación, cuando nos sentimos heridos o amenazados, experimentamos emociones fuertes y "nos volvemos locos". Pero este cambio de actitud tiende a ser ocasionado por ciertos desencadenantes, también conocidos como estresores o generadores de estrés.


Los desencadenantes funcionan de manera muy sencilla. Se trata de un mecanismo de defensa que activa nuestro cuerpo en busca de un equilibrio cuando siente una emoción negativa. Por ejemplo, si alguien te dice algo que asocias con una vivencia pasada negativa o si estás en un lugar que te trae recuerdos negativos, mediante los sentidos de la vista, tacto e incluso el olfato. Nuestro cuerpo tiene memoria sensorial que automáticamente permite asociar determinadas cosas con vivencias pasadas, tanto negativas como positivas.


¿Qué causa los desencadenantes?


Los desencadenantes, entonces, son el resultado del dolor y sufrimiento que hemos experimentado en el pasado, pero que no hemos reconocido o no hemos sido capaces de lidiar con el aún. Estos escalan durante nuestras interacciones. Identificar los desencadenantes y aprenderlos puede ayudarnos a descubrir áreas de nuestra vida que necesitan crecimiento y curación. Una vez que hayamos identificado nuestros factores desencadenantes, podremos comprender qué es lo que los están causando. ¿Recuerdas un tiempo en el pasado cuando fuiste activado de esta manera y experimentaste estas emociones? ¿Qué experiencias pasadas podrían haber producido este desencadenante? ¿Qué creencias están asociadas con este desencadenante? Las respuestas a estas preguntas producen conocimiento, y el conocimiento es un paso hacia la curación.


En las relaciones, los desencadenantes comunes de la escalada incluyen la crítica, el desprecio, la defensa, las amenazas, la agresión, la hostilidad y la evasión. Puede ser útil pensar cuál es su historia conflictiva y cómo se relaciona con su historia (en sus antecedentes familiares o relaciones pasadas). No importa qué tan bien maneje el conflicto, ser malinterpretado es frustrante y, a veces, puede sentirse herido, resentido, abrumado e irritado por los demás. No está mal que tu pareja te provoque. A menudo, las personas más cercanas a nosotros son las que más nos emocionan. Están aquí para enseñarte, mostrarte lo que necesitas sanar y apoyarte con tu sanación. Trate de identificar sus factores desencadenantes.