
Cometer errores, aprender de ellos y actuar para no repetirlos es el pan de cada día para todas las personas, pues hay un aspecto clave que tiene todo el mundo en común, que nos une como especie: los seres humanos somos imperfectos.
Todos tratamos de ser la versión ideal que planeamos para nuestro futuro, y trabajar para ello desde hoy involucra trazarnos expectativas que pueden llegar a ser muy ambiciosas y a la vez limitantes. Es ahora cuando debemos preguntarnos: ¿estoy realmente trabajando para ser una mejor versión de mi mismo, o simplemente trabajo para ser quien se espera que sea? He ahí dos caminos: ser yo o ser un intento de perfección inalcanzable, que perseguiremos mientras nos frustramos día a día, para poder encajar en un molde de estándares.
¿Cuáles son estos estándares? La idea de perfección dentro de los diferentes aspectos que constituyen nuestra identidad: ser el mejor padre, el mejor trabajador, el mejor hijo, el mejor amigo, el mejor ciudadano y, encima de todo, seguir siendo yo mismo. ¡Qué complejo! Entonces, ¿Cuál es el secreto para ser perfecto en todas las categorías? La respuesta es muy simple: no existe ningún secreto. Reemplacemos esa pregunta por la siguiente: ¿Cómo dejar de intentar ser perfecto y encargarme de ser yo?
A partir de este punto la solución se torna aún más complicada, pero se pueden seguir ciertos puntos clave en nuestra cotidianidad para lograr ser uno mismo, cultivando el regalo de ser imperfecto:
● Cultiva tu autenticidad. Superarte cada día en base a las metas que tienes en tu vida personal es algo bueno, pero aún mejor es embarcarte en el camino del autoconocimiento. De tal forma sabrás realmente que todo lo que haces es para mejorar para ti. Para ello, debes dejar de lado expectativas de otras personas, ya sea bajo normas sociales, tu entorno cercano e incluso de aquella vocecilla interior que te demanda ser perfecto en todo.
● Ten un trato hacia ti mismo que sea compasivo y resiliente. Los errores y frustraciones seguirán llegando. Mantener una mentalidad centrada en aprender de los errores para ser “mejor cada día” en lugar de ser “la mejor persona” te permitirá deshacerte de actitudes autodestructivas que buscan la perfección en todo aspecto de ti. Para esto, ten en cuenta 3 actitudes: amabilidad, humanidad y consciencia.
● Fortalece tu gratitud y alegría. Esto no es símil a ser feliz o tener una amplia sonrisa en el rostro 24/7. El simple hecho de mostrar gratitud en las cosas simples de tu vida que te dan alegría te permitirá ser más positivo, reconocer todo lo bueno que tienes alrededor y darte cuenta de que no siempre necesitas más de lo que tienes.
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