Mantener una salud mental estable es importante para poder desarrollarnos de la mejor manera en las diferentes áreas de nuestra vida. Sin embargo, muchas personas le dan mayor importancia a la salud física que a la mental, cuando en realidad ambas tienen el mismo grado de importancia y deberían tener el mismo cuidado.
Cuando tienes una buena salud mental puedes tomar mejores decisiones, vivir con gran bienestar y sentir tranquilidad plena en tu vida. Además, nos ayuda a relacionarnos mejor con los demás y manejar mejor el estrés. Es una dimensión importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez hasta la vejez.
Algunas recomendaciones importantes para mejorar la salud mental son:
Mantener una actitud positiva: Mantenerse positivo no significa reprimir las emociones de enojo o de tristeza. Al contrario, estas se deben sentir y reconocer, pero no se les debe permitir que nos superen.
Descansar de la información negativa: En algunos momentos podemos sentirnos más vulnerables, así que es recomendable dejar de ver o leer noticias por ese período de tiempo, ya que suelen ser muy crudas acerca de la realidad actual. En su lugar, podemos usar las redes para conectarnos con nuestros seres queridos.
Evitar comparaciones: Cada quien vive el proceso a su manera y va a su propio ritmo, por ello debemos evitar compararnos con los demás.
Practicar la gratitud: Debemos sentirnos agradecidos con las cosas buenas de la vida y tenerlo presente todos los días, bien sea pensándolo o escribiéndolo.
Cuidar la salud física: Estar físicamente activos es importante para disminuir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Además, nos aleja de la depresión.
Dormir el tiempo suficiente: El sueño afecta el estado de ánimo y quien no descanse lo suficiente se puede sentir de mal humor o irritado.
Alimentarse de forma saludable: Esto no solo beneficia nuestro físico, sino también nuestra mente, ya que mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad y el estrés.
Rodearse con personas de buena actitud: En lugar de aquellas que mantengan una visión negativa de la vida.
Realizar técnicas de relajación: Estas ayudan a disminuir la presión arterial, reducir el estrés y la tensión muscular.
Aprender a manejar las emociones: Permite encontrar calma y expresar las emociones de un modo asertivo.
Dedicar tiempo a uno mismo: Es válido tomar un momento exclusivo para uno mismo y hacer lo que más nos guste, ya sea pintar, cantar, bailar, ver una serie, caminar u otras actividades que nos ayudan a dispersar los problemas.
Escuchar música relajante: O cualquier otra que te haga divertir.
Por último, recuerda la importancia de construir relaciones sanas con tus seres queridos e incluso con tus compañeros de trabajo. Manejar una comunicación fluida permitirá que nuestras relaciones sean armónicas, pero si alguien lo impide, lo mejor será tomar distancia.
Si tú o algún familiar está pasando por una situación difícil o necesita contar con ayuda psicológica, no dudes en solicitar una cita comunicándote con nosotros en nuestra sección “Contacto”, o si deseas hablar directamente con un asesor, comunícate a nuestro WhatsApp
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